Cantabria on fire.
En esta casa condensan el sabor de antaño en cada uno de sus bocados.
Es uno de los garitos que más triunfa en los “madriles” en los últimos tiempos y ya se sabe que cuando el foro habla, sentencia. Para que se centren, es el tercer restorán que abren en la capital los santanderinos Paco Quirós y Teresa Monteoliva, propietarios también de Cañadío, una replica del originario cántabro, y de La Maruca, este último una versión más económica.
Paco Quirós es el típico tío más vivo que el hambre que lleva muchos años dando de comer en Cantabria, que como todo el mundo sabe tiene una cocina suculenta que se agarra a la tierra con firmeza. Acumula a sus espaldas muchas horas de sofritos y tiene ya hace tiempo las pestañas quemadas de darle al puchero y al cuchillo cebollero.
Como dicen en Andalucía, la casa madre es diestra en el cuchareo, esas recetas de toda la vida reconvertidas a los gustos y a las costumbres de los tiempos que nos toca vivir: uno ya no se sienta a la mesa después de sembrar o arar con una mula, sino que levanta el culo del sofá o de la mesa de juntas de la oficina. Sin embargo, sigue grabado en nuestro ADN esa hambre de legumbre o de potaje, y los de esta casa, que tienen oficio y hechuras de sobra, sirven raciones copiosas y condensan el sabor de antaño en cada uno de los bocados. Además el sheriff del tinglado conoce de sobra a su clientela chulapa, pues lleva muchos años dándoles de comer en sus vacaciones en el norte, pues como bien saben la costa cantábrica se llena de madrileños que ansían dormir con mantita por las noches y zampar como hienas de la sabana africana.
Por eso, el bueno de Paco, tenía todas las de ganar, además de tenerle el punto totalmente pillado a su clientela madrileña, se ha agenciado un local precioso de aires nórdicos al que da gusto entrar, un garito que destaca en plena calle Jorge Juan, lo que no hace sino sumar mérito a su gesta porque calle arriba, calle abajo, uno puede encontrar infinidad de tascos y restoranes, muchos de ellos de renombrado postín.
La bien aparecida le debe el nombre a la patrona de Cantabria y en cierta manera refleja también la peculiar y bella configuración del espacio, un lugar estructurado en casi tres plantas, con estancias separadas unas de otras y anchos muros de carga en los que se perciben pequeños recovecos. La decoradora Sandra Tarruella ha dejado su impronta consiguiendo un ambiente intimista con llamativos detalles como esas “coronas” doradas hechas con cubiertos que pueblan toda una pared.
La cocina se centra en propuestas reconocibles, sabrosas y abundantes, en línea con los mencionados Cañadío y La Maruca. En la carta nunca faltan entrantes clásicos de los que no fallan como las mastodónticas rabas santanderinas, las anchoas de Santoña, ricas croquetas de huevo cocido y lacón, ensaladilla rusa servida en plan moderneta pero bien gustosa y apetecible o el pastel de mejillones en escabeche, otra receta cumbre de la región.
Sigue oliendo y sabiendo a Cantabria en muchas de sus propuestas, como la lasaña de pisto y boquerones, las pencas a la importancia con almejas y langostino, el cocido montañés (alubia, berza y compaño) o un riquísimo arroz con pollo de corral guisado al estilo del que elabora el gran Nacho Manzano.
No pueden faltar unos pescados de primera división, como su cola de merluza a la meuniére “1981” o el sapito con salsa de soja y guindilla, entre otros, o carnes que sólo de leer el enunciado comienzas a salivar como un mastín del Pirineo: estofado de vaca en cazuela al estilo borgoñón, asado de carne Wagyu con puré de patatas, filete ruso de solomillo con setas y salsa de tomate, steak tártaro a la manera de la casa o manitas de cerdo al horno con salsa de callos y carabineros, ¡dios, nos lo zamparíamos todo de una sentada!
Los postres también son apetecibles a rabiar, probamos la tarta tatin y era de auténtico infarto, ¡tomen nota!
La Bien Aparecida es uno de esos lugares que afortunadamente sobreviven a la tontería reinante, en el que no han olvidado que la cocina se hace currando el culo de la olla, dándole duro al sofrito pausado y al guiso mimado y refinado. ¡Aleluya, alabado sea el señor!
RESTAURANTE LA BIEN APARECIDA
Calle Jorge Juan 8 (Madrid)
Teléfono: 91 1593939
Abierto de lunes a domingo en horario de 13 a 16h. y de 20 a 24h.
www.restaurantelabienaparecida.com
Cocina Todos los públicos
Ambiente Sport-Elegante
¿Con quién? Amigos/ En familia/ Negocios
Precio medio 50-60 €