O de unas trufas de escándalo.
Los actuales responsables de Arrese lo explican con claridad diáfana: “El Bilbao de 1852 se extendía poco más allá de los contornos del Casco Viejo. En la calle Bidebarrieta, precisamente la misma en que vivía junto a su familia y en el año antes mencionado, abrió Ildefonso Arrese su primer comercio.
La especialidad de aquella tienda de comestibles eran los dulces de elaboración propia, los cuales alcanzaron tal éxito entre la gente de la época, que no tardaron en convertirse en el único producto a la venta.
El negocio de Arrese creció a la par que lo hacía la ciudad. Ésta se extendió hacia el otro lado de la Ría, hacia Abando.” Así es amigos, Arrese ha sido una institución en toda regla de la ciudad, que vivió tiempos de auténtica expansión y luego otros mucho más convulsos, en los que sobrevivió frente a viento y marea su establecimiento de la Gran Vía, que aún hoy, puro emblema del bocho, sigue despachando desde su mostrador de mármol unas golosinas de infarto.
Entre ellas sobresalen sus trufas, elaboradas de forma artesanal, que están como para comerse un camión cisterna.
Las más tradicionales, bien de chocolate o de nata, tienen un corazón tope cremoso en el que se aprecia la buena mantequilla y están bañadas por una fina cobertura de riquísimo chocolate.
Pero hay variantes también muy apetitosas, como la que contiene coñac, que es un puntazo, de naranja o de crema de café.
Una vez abierta la caja, verán al diablo llamar a su puerta a cada rato, ¡avisados quedan!
Pastelería Arrese
Gran Vía de Don Diego López de Haro, 24
Bilbao 48.001 Vizcaya
Teléfono: (34) 944 23 40 52
Pagina Web: www.arrese.biz
Email: arresebizkaia@euskalnet.net
P.V.P.: 63 €/kg
Son para disfrutarlas despacio sobre todo cuando vives en la otra punta de España y cada vez que baja alguien de Bilbao ya sea familiar/amigo o primo del vecino del cuñado de fulanita le encargas unas cuantas para comertelas sin ningun cargo de conciencia me quedo con las blancas por dentro y por fuera.