Zelai Zabal

O de un restaurante made in Arantzazu.

¡Bendíganse la vida! En esta casa el único cometido es hacer feliz al personal.

Hay quien se acuerda de la virgen cuando truena, y otros, como el atorrante que esto escribe, piensa en ella cuando toca bendecir el automóvil muy de ciento en viento y pone rumbo hasta Aránzazu, con el objetivo prioritario, para qué voy a engañarles, de darse un homenaje en Zelai Zabal, caserío centenario situado en el cogollo de la campiña guipuzcoana, en un bello paraje a dos pasos del santuario.

Corría el año de 1898 cuando a Simón Elorza, un joven recio y valeroso, le llegó la hora de contraer matrimonio, matando dos pájaros de un tiro al desposarse y construir con sus propias manos un caserón que emplearía como tasca, restorán y fonda, refugio de amor y descanso de “guerreros”. Fruto de esta unión, nació Alberto Elorza, que junto a tres de sus hermanas supo mantener la buena estrella del negocio con sobrada diligencia. Pero a esta segunda generación familiar, desgraciadamente, le tocó saborear el peor momento de la historia del Zelai Zabal, pues en el desgraciado tiempo de guerras civiles, todo aquello se vio reducido a escombros y cenizas. El tesón y la energía de los Elorza consiguió que todo aquello renaciera, como un ave fénix, y el inmueble que los cobijaba pudo seguir llenando de gozo y descanso a peregrinos y vecinos de la zona.

Con estos antecedentes no es extraño que la tercera generación haya salido casta de veras, Alberto y su hermana Mª Pilar tomaron años después las riendas del tinglado y aquello fue un chute en toda regla de renovación y puesta a punto que se vio culminado con la reforma y la ampliación de la casa, acometida en 1987. Alberto, que antes de aterrizar definitivamente en el fogón familiar se batió el cobre de lo lindo en templos como El Portalón, Arzak, Zalacaín o el Chateâu de Brindos, se trajo la lección bien aprendida y desplegó todo el conocimiento adquirido en su propia propuesta entroncada en la mejor cocina tradicional vasca, con algunas pinceladas de majestuosa cocina clásica y algunos golpes creativos, ¡zaska!, todo bien mezclado y con la dosis precisa, como en las mejores coctelerías neoyorquinas.

En el trajín de fuegos y pucheros lo acompañan su mujer Susana, Maider y Raúl; Su hermana, Mª Pilar, es la responsable de sala, fina como una gacela, en sus dominios todos los comensales se sienten como marajás de Kapurtala. Tanto monta, monta tanto, tándem triunfador. Así que olvídense del frío, de la crisis y de las puñetas, y reconcíliense con la cocina honesta, sin trampa ni cartón, oficiada por currelas de campeonato, con un sentido del gusto y del equilibrio sobresalientes.

Con la carta en la mano, no lo duden, han de probar la terrina de foie gras hecha en casa, fantástica, acompañada de una compota de manzana y pistachos. Una buena opción para continuar es hincarle el diente a la ensalada que tengan en cada estación, ahora mismo, una de pulpo y patatas confitadas con pimentón de la Vera, aticen las verduras de temporada en menestra con jamón o una reconfortante crema de porrusalda con láminas de bacalao y piquillos que dejan el cuerpo entonado para el resto de la semana. A gusto nos hubiéramos zampado un timbal entero de ajoarriero de bacalao con vieiras a la plancha, aunque la opción del rodaballo asado en su jugo con arenilla de ajos estuvo también de campeonato.

Nobleza obliga, en diciembre no podía faltar algo de caza con esos estofados a fuego lento que nos ponen babas colganderas como a los san bernardos: perdiz guisada con crema de castañas o bocaditos de ciervo con pasta y virutas de Idiazabal, ¡goce asegurado! En los postres desparrame de golosinas, la “Belar-Meta” de café y achicoria con corazón de nata helada es la perdición. ¡Bendíganse la vida!, así, a secas, pues en esta casa sin chorradas el único cometido es hacer feliz al personal. Ni más ni menos.

Zelai Zabal
Barrio Arantzazu-Oñati
Tel.: 943 78 13 06
Email: restaurante@zelaizabal.com
Web: www.zelaizabal.com

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Campestre
¿CON QUIÉN? Con amigos / En familia
PRECIO 50 €

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