Almiketxu

O de unos campeones del mundo, guisanderos como la copa de un pino.

En casa de Teodora, Txomin y Marije cocina un pelotari y asa un surfer de Mundaka.

El mejor tiempo para visitar Bermeo está siempre por llegar, pues sus fiestas más pelotudas arrancan en septiembre con el día de Nuestra Señora de Almike, patrona de la localidad y de la República Independiente de Almike; las jornadas clave son el primer día de la Virgen y el día del arrantzale, en los que todo pichichi se viste de ese azul Mahón tan característico de nuestros pueblos costeros, prolongando la farra hasta mediados de mes, día de Santa Eufemia, en el que si uno es vivo, puede echar la vista atrás con un buen habano en la boca y pensar “que me quiten lo bailao” después de haber disfrutado con las regatas, el campeonato del mundo de sukalki, el emocionante deporte rural, la música en directo en la plaza y todos esos espectáculos de variedades que contrata el ayuntamiento.

Vale, bien, anotado. ¿Y qué planes hay para estos días?, se preguntarán muchos de ustedes a los que septiembre les pilla aún muy a desmano; la víspera del día de San Juan se prende una gran hoguera en la plaza y se echan a la brasa muchas cajas de sardinas sobre el chisporroteo que provoca la grasa que gotea de sus panzas, ñam-ñam, momento perfecto para pimplar txakoli fresco, dormir un rato, madrugar, subir a pie San Juan de Gaztelugatxe y participar alegremente en su romería.

Aunque bien es cierto que deberían anotar también el día de la Magdalena en sus agendas para salir guapos de casa, echar unos tragos y acercarse hasta Izaro remando para acompañar al alcalde de Bermeo en el lanzamiento de teja, “honaino zabaltzen dira Bermeoko itxuginak», para que los despistados recuerden cada año que la isla es bermeana, por si las moscas; así, tras la ceremonia y ondeando al viento la ikurriña, se toma el camino de Elantxobe y el alcalde de dicha localidad espera al de Bermeo para bailar un aurresku de honor con mucha clase: ya imaginarán que hay fiestón, vuelta a Mundaka en embarcación y arribada final a Bermeo, en emocionada camaradería, entonando vivas a Prusia.

Ajusten ahora el GPS, tomen rumbo a Almiketxu y acaben bien la jornada monte arriba, en casa de Txomin Ormaetxea y Teodora Albóniga-Menor, campeones del mundo y patrones de un caserío singular en el que celebraron hace años su matrimonio, ¡viva el amor!; empezaron con sopas de ajo, tres cocidos, de alubia, de berza y de garbanzos con carne, tocino, chorizo y gallina; siguieron con merluza rebozada, lubina asada, magras con salsa vizcaína, cordero al horno, ensalada de berros y de postre flan, queso, nueces, almendras, fruta, pastas finas y chocolates franceses que empujaron el café, el coñac y las brochas de tabaco canario.

Mucho más tarde, hará treinta o cuarenta años, empezaron a ofrecer meriendas y cenas en el mismo escenario, instalando mesas corridas en torno a las vacas y sirviendo los primeros asados de todo Bermeo: ofrecían sardina vieja, tripacallos guisados, cazuelas de bacalao, vendían vino, queso, nueces y los arrantzales traían su propio pescado o “composturie” para que Txomin lo arreglara sobre la parrilla con su refrito de ajos.

Transformaron cuadra en comedor y así siguen, pues se dieron cuenta de que guisar era más rentable y menos sacrificado que cuidar vacas; las riendas de la tasca las llevan hoy la hermosa Marije, salsera mayor del reino, ayudada por su hermano Javier, viejo pelotari bregado en la Florida americana y Álvaro, un parrillero de altura, vecino de Mundaka que cabalga sobre las olas con su tabla, surfer power!

Tienen una barrita en la que reciben con vino o refresco y sirven el aperitivo, anchoas en salazón hechas en casa, y bonito cocido aliñado con mucha cebolla pochada; luego en la mesa, pueden abrir boca con una ensalada de verano y atizar al colesterol con el afamado “sartenekoa”, totum revolutum de la mejor huerta marrana, morcilla, chorizo, lomo de cerdo adobado, tocino y costilla, servido con huevos fritos y talo de harina de maíz hecho en casa, ¿qué cara se les pone?, ¡viva la pitanza!; el resto de la carta es más cardiosaludable y contiene elementos de nuestra cocina más tecno-rupestre, sopas de ajo, menestras guisadas a la antigua, pimientos rojos asados, pimientos verdes fritos y pescado, mucho pescado: besugo, lubina, rape negro, lenguado, rodaballo, merluza, kabratxo, salmonete y cimarrón.

Antes de los postres pueden meterse entre pecho y espalda una chuleta de vaca con ensalada verde y dar rienda suelta al azúcar para reventar la hebilla: arroz con leche recién ordeñada, Goxua, cuajada de oveja con manzana cocida, tarta de queso con higos, escocés, valenciano o irlandés.

Tomen café y fumen puro bajo el cerezo de la entrada, el mejor lugar del mundo para beberse un cubalibre bien fresquito.

Almiketxu
Almike Auzoa, 8
Bermeo-Bizkaia
Tel.: 94 688 09 25
www.almiketxu.com

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Campestre
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / En familia / Negocios
PRECIO 40 €

1 comentario en “Almiketxu

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