Casa Marcelo

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En casa de Marcelo Tejedor fai un sol de carallo, Galicia caníbal, trularai!

Si son ustedes galegos de cuerpo entero o demediados por parte de padre o madre, no podrán evitar que un ataque de melancolía les arrugue como una pasa de Corinto cuando, de paseo por la monumental Santiago, aterricen en el mismísimo Obradoiro.

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En ese preciso instante, electrizante, quedan advertidos, podrán ocurrirles dos cosas: uno, que escuchen en la lejanía el lamento de una gaita bien templada y se acuerden de Castelao y su poesía, sus terribles dibujos de tipos arruinados, paisanos deshechos por el hambre y el frío de la siega, punto de vista crítico, realismo y rebozo de humor negro, -el galego, amigos, se ríe en bajito hasta de sus muertos- o dos, que por alguna taberna bolchevique escape el son de una canción de Anton Reixa y se monte de repente el cirio, ¡qué movida!, y sientan un repentino e incontrolable arrebato de salir por piernas para encaramarse a la escalinata de la catedral, abrir de par en par el portón de acceso, sentir el peso del maestro Mateo sobre la cabeza, interrumpir los oficios, engatusar a los tiraboleiros que hacen oscilar la reliquia humeante todas aquellas veces que los peregrinos quieren financiar la fumata y sustituir el incienso, you-know-what-i-mean, por cogollos prietos de marijuana jamaicana, rastaman vibration, ¿se imaginan?, todos los fieles con un colocón del quince.

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Ojo, y hagan lo que hagan, tanto la poesía del de Rianxo como el humo de la risa encienden el apetito, no hay duda, así que diríjanse hasta la mejor tasca de Galicia, en rua Hortas, uno de los más bravos restoranes de occidente en el que Marcelo estampó la misma estrella revolucionaria que el Che Guevara llevó amarrada a su gorra y manchó de tierra y sangre.

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Este chef es tigre, león y cocodrilo indomable con oficio y sentido del gusto extraordinario, con los pies plantados sobre la tierra redibuja su paisaje como los grandes, en silencio, sin decir bobadas; si confían su espíritu a la olla de Marcelo, sobrevivirán a su propia zozobra y se llevarán en la ropa el aroma de la buena cocina.

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¿Ya están listos? Afinen el oído, sí, suena Joao Gilberto y Chet Baker, muerdan el pan, por Dios, lo amasan y cuecen en casa con harina de maíz y centeno; el mojito de ruibarbo llega recostado en una caja de poliestireno con hielos; la sopa espumosa de hongos está de muerte, servida en un delicado cuenco; la xarda-caballa en escabeche es pura mantequilla; el mi-cuit de foie gras y champiñones crudos tiene un sabor natural, casi telúrico; la patata-puerro frita la empapan de yema de huevo de casa y tocino ibérico; sirven una carbonara de nabo y algunos grelos con ajoblanco y almendras; la vieira cruda con ramallo de mar está divina; la lubina es de pincho, cocinada al vapor con caldo de fiunchos-hinojos; la lombarda guisada con ostra de Laureano Obiña es uno de los mejores bocados que meterán nunca en su boca y el lomo de vaca lo selecciona el gran Luismi en el matadero de Bandeira y se asa con salsifís tiernos.

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Apuras la piña colada de postre y te papeas las últimas migas de la mantecosa Bica de Trives hecha a la manera de Marcelo Tejedor, qué delicia, una verdadera zambullida de los pies a la cabeza tras saltar a lo bomba.

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Gabardina, paraguas y ale-hop, ya te estás yendo, da igual que llueva pues te sientes inmerso en una sobrecogedora armonía por “el milagro de la lluvia que lo unifica todo” como escribiera Torrente Ballester.

Casa Marcelo
Rua Hortas, 1
Santiago de Compostela
Tel.: 981 558 580
www.casamarcelo.net

COCINA Nivelón
AMBIENTE Modernito
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / En familia
PRECIO 80 €

Publicado el 12/03/2010 en el suplemento GPS de El Correo y el 13/03/2010 en el Diario Vasco

Crédito fotográfico by PCharlon & Lobo Altuna

6 comentarios en “Casa Marcelo

  1. Juan de Elche

    No entiendo nada. La vispera de Madrid Fusión post de Santi Santamaría, como por casualidad. Siempre que se puede, caña al mono que es de goma, con las historias de las espumas y la poética en la cocina. Pontificando con que si la cocina tiene que ser tal y cual más pascual, porque si no, no es cocina. A Ferràn ni nombrarlo no vayamos a pillar por dar nombres y meterse con quién no se debe. Y ahora, sin acordarse hasta el día de hoy, en este blog, de «otros cocineros» con «otras cocinas», le haces una loa a alguién que se la tiene muy merecida por lo que tu dices, y lo que ya han dicho otros como Phillipe Regol, pero que parece que es de «esos» de «espumas» y «poesía».
    Espero que a Martín le vaya bien el invento de la botella y los posos, pero la verdad parece de los inventos del TBO, con lo bonito que es decantar una botella y dejar el decantador a la vista, aireando el vino.
    A lo mejor nadie le ha dicho nada hasta ahora, nadie le ha avisado y por eso ese resultado.
    Bueno, pues yo quiero que sepais, David y Martin, Martin y David, que la cocina de un cocinero que se llama Andoni Luis se ha quemado, que el y todo su equipo se han quedado colgados. Si ello fuera posible, salvando lo que haya que salvar, en mi pueblo dicen que «els diners i els coyons, son para els ocasions», no creo que vayais a tener mejor ocasión que esta para decirle unas palabras de animo a ese cocinero, aunque solo sean unas palabras.
    Y yo que sin conoceros, personalmente, os aprecio, no quiero dejar de daros la enhorabuena porque parece que lo llevais todo para adelante y además bien.

  2. David de Jorge E. Autor

    gracias juan por tu presencia en este blog, que es frecuente y muy interesante. creo que sobra recordarte a ti y a todo el mundo que en el incendio de mugaritz se ha quemado una parte de mi vida profesional, nada más y nada menos. en mi tierra el duelo y las palabras de ánimo se dicen en persona, con apretón de manos. «semos asín». viva rusia!

  3. Juan de Elche

    Gracias, era una duda putrefacta que tenia dentro y ya esta fuera. Que se vaya a hacer puñetas. Y, aunque no entiendo muy bien todo el significado de la palabra entre vosotros, por el contexto y con imaginación, ahora creo que me toca deciros: «Garrote».- Os acompaño en el sentimiento -y a donde haga falta-. Animo, que si hay algo incombustible en esta vida son las ganas de vivir.
    Servidor de Vds. queda a su disposición.

  4. Telmo Alonso

    Sorprendente David, aunque te conocía de antes y te vi en Gastronomika con tu pantaloncito corto, dejando ver esas pantorrilas pata-pollo, te he decubierto recientemente en tu faceta de TV gracias a internet y ahora me he vuelto Robin-adicto. Simplemete aclararte que Castelao no escribió poesia, aunque su teatro y sus dibujos son candorosos y casi poéticos. El botafumeiro no es una reliquia, es simplemete un gran incensario y en la edad media se usaba para aromatizar el ambiente cargado de los peregrinos, muy poco amigos de la hogiene. Por lo demás, totalmente de acuerdo con MArcelo y tus comentarios.
    Gero arte eta ondo ibili.

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