Carlos Maribona

Archivado en: Placer express

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O los mismísimos placeres de un periodista al que su oficio le corre por las venas.

¿Un placer compartido?

La gastronomía.

¿Un placer de tu niñez?

Pasear por el Retiro de la mano de mi madre (mejor en otoño).

¿Un olor placentero?

El del pote haciéndose lentamente en la cocina de mi abuela.

¿Un placer egoísta?

Correr con el coche, pese a los controles (egoísta porque sólo lo hago cuando conduzco solo).

¿Un placer para tu oído?

El ruido de las olas batiendo contra las rocas (mejor del Cantábrico).

¿Un placer para tus ojos?

El paisaje verde de los prados de Asturias, con el mar al fondo.

¿Un placer carnal?

Un buen masaje.

¿Un placer desconocido?

Todavía lo estoy buscando.

¿Un placer del gusto?

Las ostras y la sensación que dejan en la boca.

¿Un placer anacrónico?

Ninguno, soy muy ordenado.

¿Un placer que no cueste dinero?

¿Hay placeres que no cuesten dinero?

¿Un placer del que avergonzarte?

Ninguno. No hay que avergonzarse de ningún placer.

¿Un placer fuera de tu alcance?

Hay tantos…

¿Un placer irrenunciable?

La buena mesa.

¿Un placer sobreestimado?

El tabaco.

¿Un placer golfo y confesable?

Los placeres golfos no suelen ser confesables. O una cosa o la otra.

¿Quién es Carlos Maribona?

Un tipo al que siempre le ha gustado vivir lo mejor posible y que se va haciendo mayor. Lo cual no es una desventaja, más bien todo lo contrario, ya que la edad aporta experiencia y permite disfrutar más.

Un tipo que lleva el periodismo en la sangre. Casi hasta envenenarse con él.

Un tipo al que como buen libra le molesta la falta de armonía, la agresividad de las personas.

Un tipo al que sus padres enseñaron que la honradez es clave en la vida. Y ha procurado aplicarla siempre a rajatabla.

Un tipo que ha procurado durante toda su vida llevarse bien con todo el mundo y que, paradójicamente, a causa de su profesión (sobre todo ese blog Salsa de Chiles, ¡qué duro es internet!), de decir siempre lo que piensa, y del defecto de entrar siempre a todos los trapos, cada día tiene menos amigos.

4 comentarios en “Carlos Maribona

  1. el pingue

    No siempre coincidimos, la verdad, pero de entre los críticos/periodistas gastronómicos fue el primero que se tiró a la piscina y SÍ creyó que esto era un medio de comunicación más. Y le pone pasión al tema.

  2. Gourmetdeprovincias

    Si algún periodista gastronómico ha sabido en España olfatear el interés de esto de los blogs ha sido, al menos entre los que conozco, Carlos. Y se ha mantenido fiel a esa creencia en los más de cuatro años que lleva con su Salsa de Chiles lo cual, aguantando lo que a veces aguanta, demuestra que de verdad se lo cree.

    Yo tampoco coincido siempre con él (si soy sincero se me ocurren pocas personas con las que coincida siempre. Sería preocupante), pero es una de mis lecturas casi diarias. Creo que al final, cuando alguien consigue que lo sigas leyendo aunque en ocasiones discrepes, es que cuenta algo que tiene gancho. Y eso, actualmente, solo me ocurre con Maribona y con Arenós.

  3. David de Jorge E. Autor

    maribona es de lectura obligada, claro que sí! y pau arenós escribe con duende, qué cabronazo! salud jorge!

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