O de una llamada de auxilio como un campano, ¡sálvese quien pueda!
Tengo que confesarles que cada vez da más calambre arrimarse a las barras de pinchos, pues algunos tasqueros se pasan tres pueblos derrapando con sus originalidades. Cuando las carreteras las poblaban Mobylettes y Seat 131 Diplomatic o Supermirafiori, las barras chorreaban colesterol con sus mollejas salteadas, croquetas, ensaladilla, pescaíto frito, riñones, chorizo cocido, huevas de merluza con mahonesa y bocata pequeño de anchoilla. Hoy, sin embargo, surcamos las rotondas al volante de cochazos siderales, leemos suplementos dominicales, veraneamos en primera línea playera, comemos yogures descremados y sentimos esa necesidad hortera de alimentar el espíritu también en las barras, convertidas en escaparates antológicos de gastro-tontería nacional. Carrillerita glaseada con su chupito de esencias compotaditas, muslito de pollo deshuesadito y relleno de sus pestañitas con trazos vegetales de hierbitas olvidadas o la ensaladita de quesito de cabra con sal ahumadita y vinagreta de módena reducido. Nos hemos vuelto idiotas con el tiempo, eso debe ser. ¡Sálvese quién pueda! Para despertar de esta pesadilla acérquense al bar Ignacio de Hondarribia, adoren su tortilla amazacotada, pidan calamares picantes, gabardinas, platillo de olivas y refresquen el gaznate como es debido, sin mariconadas.
Bar Ignacio
C / San Pedro 20
943 643 557
Crédito fotográfico by Enterdesigns
El vinagre de Módena está sobrevalorado, opino.
hay que decir, en su defensa, que el «vinagre de módena» nada tiene que ver con el «aceto balsamico di modena» (tiene DO y patente) que probablemente nadie con un sueldo medio compraría nunca, pudiendo comprar sucedaneos locales baratillos. un modena original, con 20, 30 o más años de barrica está absolutamente delicioso. eso si.. en el bolsillo se nota…
Qué difícil es el equilibrio. Manía tenemos de coger lo peor de la vanguardia para cargarnos la tradición y al revés.
cocinero fiel, es cierto lo que dices, tanto como ser conscientes de que la ejecución de la buena cocina de toda la vida es muy muy muy muy trabajosa y difícil de hacer bien. «con buenos ingredientes cocina cualquiera», eso lo he oído decir yo en numerosas ocasiones a chefs ilustrados que cocinan originalidades y manda huevos con la prepotencia. por eso pataleo en muchas tascas y barras y me permito el texto de arriba, el mundo está al revés y me reafirmo en que nos hemos vuelto gilipollas. con dios! y salud!
«muslito de pollo deshuesadito y relleno de sus pestañitas con trazos vegetales de hierbitas olvidadas» JAJAJAJA.
Que razon tienes!!! Que viva el pintxo de tortilla de patatas!!!
Afortunadamente todos esos pinchos tradicionales se pueden encontrar en cualquier sitio, ¿donde no tienen tortilla de patatas?
Sobre los pinchos más modernos y elaborados también se pueden encontrar. Hay suficientes establecimientos para que cada cual pueda elegir dónde tomar su aperitivo, sin que lo que deje de elegir en cada momento sea mejor ni peor…
Señores, hay mercado para todos, que cada cual elija, y todos son magníficos.
El problema es que los buenos bares de tapas tradicionales están en peligro de extinción. Para mi la presencia de reducción de vinagre balsámico o de platos grandes cuadrados o peor aún pizarras, me hace cuanto menos desconfiar.
SAlud
pako, de acuerdo, sitio para todos, pero eso de que los pinchos tradicionales se pueden encontrar en cualquier sitio y que tortilla de patatas la hay en cualquier lado… mmmmmmm… ande vive usté? que voy pallá! salud!
«Toda generalización es inexacta, incluyendo esta misma»
Saludos
Nunca he tenido problemas en encontrar pinchos de tortilla, si no es en un sitio será en el de al lado. Lo mismo en San Sebastián que en Tolosa o en Eibar, por ejemplo.
pako, ¿buenas tortillas de patatas? san sebastián controlo un poco, pero tolosa y eibar las tengo descontrolés, ¿cuales son sus tascas favoritas para jamar tortilla a dos carrillos? si no es abusar… salud!
En San Sebastián encontraremos buenas, o menos buenas, tortillas en casitodos los bares de las parte vieja (Izkiña, LaCepa, etc), también en casitodos los bares del centro, además de las cafeterías que sirven pinchos.
Ya que cita el Ignacio de Hondarribia, sume a la lista todos los de alrededor, diré casitodos por si acaso.
Sin ánimo de polemizar, sigo pensando que pinchos de los de siempre los sigue habiendo, otra cosa es que no los halla donde queremos que así sea o donde vamos. Saludos
Totalmente de acuerdo; «Agilipollamiento de mundo» le llamo yo, y efectivamente no sólo se dá en lo gastronómico,… sino en todos y cada uno de los ámbitos de nuestras vidas.
La próxima vez, nos pasamos sin falta por el Ignacio.
Toda la razong. Vivang las banderillas de cuando asing se llambang. Las añoro, que sencillez y cuang poca chorrada como oi eng día !!!
Sobre pintxos tradicionales como la torilla de patatas, si pasais por Zarautz, no dejeis de probrar la del ‘Orbela’ en la plazoleta y la del ‘Sakana’, no muy lejos de allí.
Si os gustan los buñuelos pasaros por el ‘Itsaski’ también en la plazoleta.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo. En Madrid tienes mucho de lo contrario.. una sencillez que limita peligrosamente con lo cutre y lo penoso… Aceitunas malas, de las malas-malas, tapas con pan de antes de ayer, salpicón aguado.. y así puedo seguir eternamente.. Hay que encontrar en punto medio :-)