O de un capricho estival que por lo visto luce sus mejores galas también en invierno.
Hay muchas variedades en el mercado, y con estos calores entra de vicio, está para chuparse los dedos. Asegúrense al comprarlo que tiene peso al pillarlo con las manos y que sus extremos estén mullidos al apretarlos con los dedos, señal de que su interior encierra una pulpa dulce, jugosa y muy carnosa. Pero hay una trampa que funciona casi siempre, buscar melones seleccionados por los amigos Bruño y Bollo, a los que no tengo el gusto de conocer; son melonacos mundiales que pueden elegirse con los ojos cerrados. El otro día Rosa, la frutera de “La Repera”, me aseguró que los mejores son los de invierno, que por lo visto se traen de casacristo en Sudamérica y salen de fábula; si ella lo dice, amen. En macedonia están ricos de veras y para desayunar, un par de rajas le dejan a uno el gaznate como a Mario del Mónaco. Confieso que detesto la modernez de servirlo caliente, tostado a la plancha, espantosa manía de algunos chefs que lo sirven con carne o pescado y se quedan tan panchos.
Crédito fotográfico by López de Zubiria
El otro día lo probé en sorbete (manteniendo al máximo su sabor) Y madre del cordero… Qué frescor!
Buenos días.
Siento encontrarme, entre esa maraña de cocineros (me gusta mas este termino que el galicismo chef ) de según y que frutas tostadas a la plancha. En mi caso lo he venido sirviendo con una ventresca de atún rojo y un caldito de setas y soja.Francamente, el resultado me parece bueno, y lo digo desde el máximo respeto a tu opinion, la cual sigo habitualmente y admiro sin ningun tapujo. Pero en este caso no me queda más remedio que disentir de tu opinión. Considero que a ciertas frutas, y en concreto al melón, no se le enmascara ni se le hace perder sus condiciones al acercarlo al fuego.
BUEN PROVECHO!!!!
carlos, variados son los colores, te haré una visita y probaré ese melón plancheado no vaya a ser que me convenzas! salud!
Muchas gracias por tu respuesta, David. No espero convencerte, pero debo decir que tu visita supondria para mi un privilegio, con melon planchado ó sin él. pro si se tercia y te apetece ver lo que andamos haciendo por Salamanca, te dejo la dirección de mi blog:
lacocinadecarlosbarco.blogspot.com.
Por cierto, la primera vez que vi utilizar el dichoso melón de esta forma, fué a un cocinero al que admiro profundamente, Isaac Salaberría. La idea me encantó y no dudé en probarlo. Y como tu bien dices, variados son los colores.
BUEN PROVECHO!!!
El melón no lo he probado así, pero la piña y la naranja sí, y me han gustado. Cierto que el sabor es distinto, pero como bien deís, para gustos colores.