Oskar Alegria

O de un trotamundos en toda la extensión de la palabra, no corta el mar sino vuela.

Aterrizamos con una nueva entrega de placer express, interrogatorio vicioso que en esta ocasión pone contra las cuerdas a Oskar Alegria, pamplonés del renacimiento que se ha equivocado de siglo para venir al mundo. Fotógrafo, trotamundos, curioso hasta las cachas, escritor meticuloso como un médico forense, articulista, bon vivant, detiene el mundo con su cámara allá por donde va.

¿Un placer compartido?

Venecia.

¿Un placer de tu niñez?

Pamplona.

¿Un olor placentero?

Estambul.

¿Un placer egoísta?

Nueva York.

¿Un placer para tu oído?

Sa-mar-kan-da.

¿Un placer para tus ojos?

Matera.

¿Un placer carnal?

Río.

¿Un placer desconocido?

Trieste.

¿Un placer del gusto?

Tokyo.

¿Un placer anacrónico?

Dubai.

¿Un placer que no cueste dinero?

Oporto.

¿Un placer del que avergonzarte?

Las Vegas.

¿Un placer fuera de tu alcance?

Antártida.

¿Un placer irrenunciable?

París.

¿Un placer sobreestimado?

Amsterdam.

¿Un placer golfo y confesable?

Nápoles.

¿Quién es Oskar Alegria?

Alguien tan tímido que para hablar de mujeres necesita hablar de ciudades.

Crédito fotográfico by Oskar Alegria (autorretrato con ojos prestados en el museo arqueológico de nápoles).