A freír espárragos

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O de una verdura que tumba al más rancio de su silla, salteados están de cágate lorito.

Los espárragos eran una golosina predilecta para la célebre María Antonieta, mujer sobria que comía en pequeñas cantidades y cuidaba mucho su alimentación. Desayunaba una taza de chocolate o café ardiente, si el cuerpo lo pedía; no comía a mediodía más que carnes blancas y espárragos hervidos, dejando para la cena un caldo, pechuga de pollo y bizcochitos untados en agua tibia. Yendo al grano, váyanse a freír espárragos que nos los quitan de las manos y están ahora en su mejor momento. Cómprenlos frescos, que el capricho dura un par de meses y dense el gustazo. Pélenlos como de costumbre y si son gruesos, pártanlos en dos para saltearlos en una sartén antiadherente a fuego vivo con una gota de aceite de oliva y sal, les quedarán tersos y descubrirán una verdura nueva. Apuesta segura son los que se cultivan en Navarra, acogidos a su indicación geográfica protegida, un lujo que está bien próximo, a menos de una hora por la autovía del Leizarán.

Crédito fotográfico by David de Jorge

3 comentarios en “A freír espárragos

  1. el náuGrafo

    Para ser verdura, son bastante blanquitos… Y no hablemos de sus propierdades diuréticas: es tomar uno y acordarse toda la jornada.

  2. cesar

    prabar a asarlos en unas hojas de cataño, con azucar, sal, y tomillo limonero, doraditos estan de escandalo.

  3. Xavi

    Los de Navarra muy buenos, pero los de Las Landas francesas son de órdago. Con todos mis respetos hacia los Navarros.

    Aqui la temporada acabó hace ya casi un mes. En la estantería de la bodega tengo una docena de botes en conserva hechos en casa que quitan el sentío.

    De esos bien gordos y rollizos. Solamente tibios… con una salsa holandesa… o gratinados…. diossss!

    Voy a abrirme un bote ya mismo.

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