12 de mayo, 2016, 08:00
O de un vino elegante de veras.
O de un vino para despendolarse agusto.
O de un vino en pleno estado de forma.
O de un vino delicioso.
O de un vino que está que lo flipas.
O de un vino con personalidad.
O de un vino para los amantes de los blancos sin gilipolleces.