Y de que todo tiene un final.
Emulsificación.
A lo largo de la evolución histórica, la casa siempre se asimiló con el hogar, es decir, con la cocina. En la actualidad, la alimentación se identifica cada vez menos con el universo doméstico, que es el hábitat natural de nuestra literatura. Una cocina artificial que reuniera en la mesa todos los alimentos posibles y anulara la identidad local, percibida como signo de limitación, era el primer deseo de las élites, el signo principal del privilegio alimentario…
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Crédito fotográfico by Simon Aughton