Tsi Tao

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Cocinan sabroso y ardiente.

Comida china, vietnamita, tailandesa o japonesa muy currada y bien resuelta.

Hubo un tiempo en que los gastrónomos sabios llegaban a la estación del Norte de San Sebastián para peregrinar con fervor y recogimiento a un punto concreto de la ciudad, una manzana de casas que encerraba tres altares de la cocina llenos de pecadores impenitentes, venidos de lugares recónditos para disfrutar como cochinos en el barro. Pero con clase, eso sí. Porque el bloque entre la calle Aldamar y el Paseo de Salamanca prometía placeres cuasi carnales en un ambiente regido por el saber estar y las servilletas de hilo fino.

Allí estaban Casa Nicolasa, Urepel y Panier Fleuri, templos de la salsa y el plato rebañado con meñique levantado, que fueron cayendo uno a uno como los negritos de la novela de Agatha Christie, a manos no de un mayordomo, sino del cansancio de sus propietarios.

José Juan Castillo, de Nicolasa, se jubiló en 2011. Estrella, viuda de Tomás Almandoz, fundador del Urepel, echaba la persiana también en 2012. Y antes que ellos chapó el garito la gran Tatus Fombellida, alma del Panier Fleuri donostiarra y antes del homónimo de Rentería. Fue reina del cotarro gastronómico y primera dama de la nueva cocina vasca, la que moderaba las discusiones entre tanto hombre resabiado y vanguardista.

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En 2002 Tatus decidió cerrar el clásico Panier por razones de salud, y San Sebastián se quedó un poco huérfano. En la década que ha transcurrido desde entonces cerraron otros muchos restoranes, pero seguramente ninguno de ellos marcó nuestra memoria como el triunvirato glotón antes mencionado, lugares donde el servicio de sala era tan exquisito como los platos que servían, con comedores llenos de personajes trajeados que trataban asuntos de estado al calor de un buen vino y clientes locales que ahorraban todo el año para permitirse una cuchipanda épica.

Los tiempos han cambiado un potosí y nuestro modo de acercarnos a la gastronomía también, ahora es más directa, aquí te pillo y aquí te mato. Donde antes se trataba de usted, ahora se tutea sin miramientos, y si antes se planeaba durante meses una visita al restorán, hoy en día hacemos incursiones rápidas en busca de satisfacción instantánea.

Sin duda algunos tiempos pasados fueron mejores, pero no todos. Tatus Fombellida, que está como una rosa y disfruta de su merecida jubilación, estará de acuerdo en que el mercado ha cambiado y las propuestas gastronómicas actuales deben adaptarse a la clientela, que es la que paga, manda y ordena. Y en el lugar de antiguas glorias clásicas como el Panier Fleuri ahora se encuentran establecimientos radicalmente distintos como el oriental Tsi Tao.

Aún se puede ver el esqueleto del viejo comedor en este restorán asiático, siempre eficaz y de calidad solvente. A buen seguro hubo quien se rasgó las vestiduras cuando abrió sus puertas en el local del Panier en 2006, pero qué quieren que les diga, es mejor un desconocido honesto que un mal imitador.

El Tsi Tao fue uno de los primeros asiáticos de San Sebastián, cuando no había la fiebre de sushis y gyozas que campan hoy a sus anchas por la ciudad. Sirven una comida sabrosa y bien resuelta, de origen mayormente hongkonés pero también con ramalazos vietnamitas, tailandeses o japoneses. El dueño, Pomen Jin, conoce bien los gustos de los donostiarras y renueva la carta a menudo, manteniendo especialidades como el solomillo salteado con brócoli y empapado en soja o el arroz cocinado en hoja de loto.

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Algunos de los timbres de gloria del Tsi Tao son los dim-sum caseros de cerdo y setas shitake, pollo con trufa, gambas y vieiras, pato con foie gras o langostinos y huevas de pez volador, el tataki de atún sobre puré trufado, los langostinos con sésamo y salsa de tamarindo, el pollo picante tsi tao o un magnífico pato crujiente desmenuzado que hace las delicias de su fiel clientela, gente joven en su mayoría pero también caseros que bajan a la ciudad y sorprendentemente, tienen este local oriental entre su lista de imprescindibles capitalinos. ¡Ah!, si les mola el picante, no lo duden, anúncienlo a los cuatro vientos y en cocina estarán encantados de calentarles todo lo que guisen al fuego o acercarles hasta la mesa la salsa picante “secreta” marca de la casa, pura dinamita.

Rematen con alguno de sus postres caprichosos, pequeñas pinceladas que dejan buen sabor de boca, como la piña con helado de coco, las bolitas rellenas de sésamo negro, los rollitos de chocolate y plátano o el sorbete de limón y lichis con rosas.

Los nueve años de trayectoria del Tsi Tao le han convertido en el “asiático de confianza” de muchos donostiarras, ganándose el derecho “moral” de ocupar ese local mítico del Paseo de Salamanca, en el que no hace tanto tiempo se trinchaban en sala lenguados “a la Florentina”, se zampaban crêpes “Suzette” y se fumaban cigarros habanos gruesos como estacas.

Tsi Tao
Paseo de Salamanca, 1
Donostia-San Sebastián
Teléfono: 943 42 42 05
Web: www.tsitao.com
Email: info@tsitao.com
De lunes a domingo de 13:00 a 16:00 h, y de 20:30 a 24:00 h

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Chinolis
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja
PRECIO Menú del día 14 €; Carta 35 €

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