Queso “Espadán” de Los Corrales

El mundo se divide entre los generosos y esos agarrados cortos de miras que se guardan el cuerno del cruasán para comérselo a hurtadillas. Cierto es que entre unos y otros hay variedad de grises, pero uno es así de intenso y no soporto a los que no echan mano al bolsillo o a aquellos que esconden celosamente la receta de las croquetas de pollo y huevo de su madre, ¡ojalá se atraganten con un hueso y tengan que operarlos de urgencia en el veterinario!

Por eso admiro a los que te trincan de la mano y te sacan a pasear por su jungla, mostrándote las bondades del canto del tucán o la virtud de la savia de una planta carnívora, que en el caso de Cuchita Lluch se traduce en un desfile por los puestos del mercado Colón de Valencia para presentarte a TODOS y digo TODOS sus proveedores ganados a pulso con los años, ¡no se puede tener más arte!

Así que aún a riesgo de que me despedace vivo les confesaré aquí por escrito que su charcutero se llama Manglano y es un profesional de bandera que selecciona ibéricos y cuñas de queso que cortan el hipo desde 1955. De entre todas sus golosinas, destaca esta maravilla cocinada en la quesería artesana Los Corrales de Almedíjar del Parque Natural de la Sierra de Espadán, que está para hacerle un monumento por su franqueza y mantecosidad, con esa pasta nacarada y tierna que volvería loco al mismísimo Macario el viejo, autor de las “homilías espirituales” que se pasó la vida bebiendo agua y pan seco como un desgraciado, ¡ave maría purísima!

www.queserialoscorrales.com

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