El amigo Juan de Dios es una especie de inspector de golosinas andaluzas que desde su despacho en la localidad sevillana de Écija reparte por el mundo todo tipo de virguerías que les hemos ido mostrando en este escaparate de ultramarinos virtual.
Por aquí desfilaron bizcotelas, molletes, mantecas colorás, roscos de vino, olivas o aguardientes seleccionados y tengo que añadir a esta lista interminable de valor incalculable otro timbre de gloria descubierto por otro espía del confite, mi querido amigo Antonio Adalid Luca de Tena.
Se trata del dulce más antiguo que se conoce en Europa, parido en Medina Sidonia, capital repostera del mundo Andalusí en la que nació esta virguería que se extendió por el mundo a la velocidad de la mecha de un petardo, ¡pam!
Podemos asegurar que estamos ante la primera “barrita energética” de la historia, así que aflojen los bíceps y bájense del “bosu”, péguenle un mordisco a este concentrado de miel pura de abeja, almendras, avellanas y especias morunas con un puntazo característico -canela, cilantro, matalahúga, clavo y ajonjolí-, y comprobarán la textura crujiente y dúctil de un “palote” exquisito que es patrimonio de la humanidad.
