Esta panadería empezó a currar en 1802 y hoy día conviven bajo su mismo techo y a pie de horno la sexta y séptima generación, ¡vaya tela marinera! El patriarca de la familia lleva la gerencia junto a sus churumbeles, encargados de la producción, compras, ventas y las relaciones externas.
Cuentan con el obrador primigenio, en el que están desde el mismo año en el que Napoleón Bonaparte se autoproclamó cónsul único y vitalicio, tras firmar el Tratado de Paz de Amiens, y otro nuevo levantado doscientos años más tarde en Pozo Cañada, provincia de Albacete.
Así que con estos mimbres es normal que borden la manufactura de todo tipo de masas, tanto dulces como saladas, alimentadas con masa madre y enriquecidas y formadas como manda y ordena el manual del panadero exigente, con ingredientes de primera calidad como harinas seleccionadas, azafrán manchego, ajo de las Pedroñeras, algas o aceites de oliva de primera.
Si hay algo que nos identifica en el mundo es nuestra manera de engrandecer el aperitivo y esa fabulosa diversidad de tapas y productos que picoteamos, pan en mano, y compartimos de pie con amigos y forasteros.
Por eso, alucinarán en cinemascope si echan mano a este pan “feo”, que es una flautilla estrecha y crujiente, pura perdición que acompaña de miedo a la chacina y bucea de miedo en una torta cacereña o una sobrasada mallorquina, además de ser el mejor amigo del jamón ibérico recién cortado.
www.panaderiajesus.com
Precio aprox.: formato 135 g – 5,15 euros
