Como en las pelis de indios y vaqueros, romanos o de la segunda guerra mundial, es muy importante armar toda una red de informantes que te pongan al tanto de las diligencias que cruzan la frontera, las legiones que se atascan en el Puente de Alcántara o los submarinos que fondean en los mares del Báltico y de Barents.
En mi caso, abrillanto y doy esplendor a un extenso cinturón de acero de zampabollos y bebedores de largo gabán que me ponen al corriente de todo lo que se destila y se cocina, y en el caso de Aragón, el hotel Casa Arcas de Benasque es el centro de inteligencia en el que testan muchas golosinas para que nos enteremos el resto de mortales.
Es el caso de este yogur fuera de serie, manufacturado en la localidad oscense de Fonz por una familia que curra comprometida con el entorno y con sus clientes, elaborando unos productos de bandera guisados con leche de oveja propia, tratada en unas instalaciones que les permite clavar unos productos virgueros.
Tienen un lingote de queso de pasta blanda madurado con mohos y pellejo aterciopelado, con textura fundente, sirven leche de oveja fresca pasteurizada para que cada uno se haga su cuajada en casa y rompen la pana con su yogur, como ya les dije, cremoso a rabiar y con una densidad prodigiosa, intenso y resuelto sin el añadido de leche en polvo, sólidos lácteos y otros aditivos habituales en los yogures industriales.
Además mi chica Eli se relame el morro cada vez que se zampa uno con una buena cucharada de azúcar, tendrían que verla para entender qué ricura se curran los amigos de Val de Cinca, a los que deseo salud a tope y que les lluevan chacinas del cielo.
Cubo de 2l. – 10 euros
www.yoguryquesodeoveja.com
Gracias David por apoyar a pequeños y anónimos productores agroalimentarios como nosotros.Dice mucho de ti.