Si recuerdan aquel peliculón titulado “Todas las mañanas del mundo”, en el que el anciano Monsieur de Sainte-Colombe soportaba una profunda desazón por la muerte de su esposa, no le harán ascos a este vinazo elaborado en un dominio borgoñón de cine al que le imprime todo el carácter el Château de Corton-André, que se diferencia del resto de mansiones palaciegas por el empleo en su techumbre de magníficas tejas vidriadas amarillas que dibujan caprichosas geometrías.
Dejaré las vagas curiosidades al margen y centraré el tiro para decirles que está guisado con la “vedette” de la zona que es la Pinot Noir, mostrándose con una fortaleza y elegancia fuera de serie.
Es un trago con cuerpo que pide sorbo corto y relajado, pues va abriéndose de a pocos hasta reventar la noria con un pelotazo a tierra húmeda, ciruelas pasas, cuero y pimienta negra recién molida. Así que si lo pillan no se embalen y vayan tranquilos, no se me atraganten.
www.corton-andre.com
Precio aprox.: 59 euros
