Queso de Mahón Quintana

Si alguno de ustedes vio de chaval aquella serie de dibujos animados “Érase una vez el hombre” y tomó nota de sus primeras entregas dedicadas a las cosas importantes de la vida, “nos ponemos de pie”, “descubrimos el fuego” y ese tipo de magnos acontecimientos, recordarán que la historia del queso se remonta a la prehistoria, según sugieren los restos de cerámica de utensilios empleados para su elaboración, encontrados incluso en la isla de Menorca.

Afortunadamente, llegó luego el pan, el vino y algo más tarde el mando a distancia. Suele ocurrir que cuando pruebas las crêpes Suzette o los bizcochos capuchina o los clásicos que nunca mueren, suele uno preguntarse qué tipo de postres flojeras ha estado tomando por ahí y esto me viene a cuento para recordarles que hay vida más allá del Manchego, el Idiazabal o la Torta del Casar, que son quesos de bandera, ¡sí!, pero les aseguro que cuando muerdan un buen pedazo de Mahón alzarán los brazos, se les dilatarán las pupilas y se preguntarán en qué planeta producen semejante maravilla y en qué estuvo uno pensando para perderse tamaña virguería.

Ya sabrán que la bondad de la isla, la calidad de sus pastos naturales y el empeño de sus gentes son los responsables de sus extraordinarias características finales, con el que obtienen un señor queso de pasta prensada y forma paralelepipédica de cantos y aristas redondeados que posee el sabor natural de una isla declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

El que elaboran los amigos Bosco y su hermano Siscu es quizás el mejor de toda la denominación, que en cualquiera de sus diferentes estadios, semicurado, curado o añejo, es un verdadero pelotazo de sabor lácteo muy franco y marcado con una pegada más intensa y compleja conforme va avanzando su maduración, que lo va llevando por los derroteros del picante y los acentos a frutos secos tostados, avellanas y almendrucos. El queso de Mahón es digno manjar de senador romano si lo acompañan con dátiles, ciruelas pasas y fruta fresca y lo toman recostados, empujándoselo con deleite al son de la lira.

www.quesoquintana.com
precio aprox.: 33 euros

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