Hotel Restaurante Torralbenc

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Sueño de una noche de verano.

La nueva aventura de Gorka Txapartegi a orillas del Mediterráneo.

El verano es tiempo de ensoñación y chapuzón, de rica siestorra, relax, tintorro, paella y despelote sesual, ya sabrán que sin despertador y al sol como lagartijas a uno le entran irremediables ganas de morder en el cuello, pero ese es tema para otra sección del periódico. No sólo los paisajes hacen volar, también el simple cosquilleo de la arena achicharrante en la planta de los pies, la cerveza helada que un camarero amable acaba de servirte con sus patatas fritas, ¡aleluya!, el contoneo de los cuerpos pringados de crema solar en lontananza, en fin, todo sabe y brilla más en plena canícula, es un hecho probado, como el matamoscas más famoso de la televisión. Pero si hay una isla en la que todos los astros se alinean para que se nos vaya la olla cual pajarillos desmelenados, esa es la isla de Menorca, serena y rotunda en belleza como ninguna.

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Al sur de la isla hará unos tres años abrió sus puertas Torralbenc, un hotelazo de impresión nacido de la rehabilitación de una tradicional masía menorquina, que ha sabido respetar la riqueza patrimonial y arqueológica de la zona.

Se trata en realidad de un conjunto de casas que se remontan a los siglos XIX y principios del XX, antiguamente dedicadas a la ganadería y agricultura propias del lugar. Tras un soberbio trabajo arquitectónico uno se encuentra con un tinglado de los que tiran de espaldas, una loma rodeada de viñedos que recoge un paisaje elevado sobre el nivel del mar con el Mediterráneo de marco y también con restos arqueológicos del siglo II A.C como reclamo añadido.

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El hotel cuenta con un restorán tope relajado e inspirador, por supuesto alberga una piscina, instalaciones dedicadas a mimar el cuerpo y todo lo se les pase por la cabeza desear, combinando en todas sus estancias la piedra caliza, la madera y los tejidos naturales, puesto con tal gusto y delicadeza, que si uno fuera millonetis y no le temblase la tarjeta de crédito con sospechosa asiduidad, se tiraría mínimo un mes del año allá tumbado tocándose la peineta y dándose masajes de auténtico gordo retirado del mundanal ruido, ¡como hay un dios!

¿Lo van pillando, no? El lugar es de un nivelazo sideral, pero no un lujo hortera, sino un demasié contenido, silencioso, embebido por la cercanía y la tranquilidad del mar, sin futbolistas macarras teñidos de rubio tipo agua oxigenada, calzón náutico de Versace y flequillo al bies.

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Si el hotel se les va de presupuesto pero andan pateándose la isla, no se pierdan por nada del mundo el restorán, y menos desde que el titanazo de Gorka Txapartegi, del Alameda hondarribitarra, es el chef asesor del garito y ha dejado su impronta y saber hacer bien patentes, sin las mamonadas a las que nos tienen acostumbrados tantos colegas metafísicos del gremio, que advierten al mundo de la llegada del mesías y luego no aparece ni la vaca del pesebre. Gorka dice y hace, sin tanta chorrada.

torralbenc_5Txapartegi ejerce desde hace mucho tiempo una cocina gozosa que renueva los votos de los viejos cocineros que nos enseñaron a guisar, pero empapada de un refinamiento y una estética de flipar en colorines. Siempre hemos repetido que sus platos se distinguirían entre miles en un pispas si estuvieran en una rueda de identificación de malhechores, porque son fórmulas que tienen mucho de pictóricas, elaboraciones desbordantes de costumbrismo y tradición pero pasadas por un filtro impresionista, o algo parecido.

torralbenc_8Para que se me entienda, sus platos saben de la pólvora del sofrito, son auténticos, sinceros, y maravillosamente delicados y potentes. La familia Txapartegi tiene tremendo oficio en interpretar el entorno y los ingredientes de una cesta de la compra primorosa y bien surtida y lo hace de igual manera en este rincón menorquín, con frutas, hierbas y verduras que proceden de su propio huerto y una estrecha relación con proveedores artesanales locales que le suministran el mejor producto estacional.

Gorka cuenta con el respaldo de la flamante directora del establecimiento, María Abad, capitaneando una alineación de lujo con Luis Loza al frente, un mejicano con garra que sabe pillarle el punto a todo lo que toca, Masafumi Koyama como delantero derecho en el fogón y un entusiasta equipo de sala, Aritz, Manu, Julián y compañía, que les tratarán a buen seguro como marajás de la India.

torralbenc_6Vayamos al meollo, pidan lo que pidan se reafirmarán en lo que les contamos, pero si pueden no se resistan a las croquetas de marisco, con un sabor y una cremosidad fetén. El ceviche de pescado azul con verduras encurtidas es la primera brocha fina de un lienzo perfecto en su composición. Priman el frescor y el equilibrio, al igual que en la impresionante vieira marinada sobre un tártaro de tomate y una crema esponjosa de almendras tiernas, que está para untar pan y no dejar gota.

torralbenc_7Muy gustoso y triunfador son los huevos termales con patata trufada y sopa de ajos tiernos y llegado el momento del pescado, cualquiera que haya ese día de la lonja de Mahón o Ciutadella valdrán un potosí, el rape asado en su punto con un delicioso suquet y unas patatas rustidas con bien de hierbas, sin ir más lejos, está de rechupete. Tope tentadora también la presa de cerdo ibérico glaseada en salsa barbacoa acompañada de un chutney electrizante. Y para rematar y meter golazo como Zamora en El Molinón, pastel de queso asado, con floripondios y frutas del jardín, un chute dulce que es buen remate para levantar el culo de la butaca y meterse una buena siesta entre pecho y espalda. ¡Viva el verano, redios, y las islas de viento y mar!

Restaurante Torralbenc
Ctra. Maó –Cala´n Porte, Km.10
(07730) Alaior- Menorca
Teléfono: 971 37 72 11
http://www.torralbenc.com
info@torralbenc.com

COCINA Nivelón
AMBIENTE Lujo
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / Negocios
PRECIO 100 €

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