Chalcha

chalcha_1

Un restorán con pedigrí.


En Chalcha honran la tradición y veneran el buen saque.

Si el frontón Astelena de Eibar es la catedral de la pelota mano, el restorán Chalcha es su sacristía, una antesala donde se tranquiliza el estómago antes del partido y se sacia el apetito de después. Los dos templos eibarreses del goce y el disfrute son complementarios desde 1934, año en el que abrió el Chalcha en el solar de un antiguo caserío junto al frontón. Puerta con puerta desde entonces, comparten calle y nutrida parroquia, convirtiéndose el comedor en prolongación del graderío deportivo y viceversa. El histórico restorán ha sido escenario de victorias regadas con champán y de derrotas menos amargas cuando eran untadas en salsa verde y langosta cocida.

Daba igual que en el Astelena se celebrara una final manomanista, una velada de boxeo o un mitin político; el Chalcha tenía siempre la puerta abierta, la mesa dispuesta y los manteles planchados. En los años dorados de la pelota siempre había alguien con los bolsillos repletos de perras gordas para pagar una ronda o una comilona, ya fuese un pelotari de los que volvían de las Américas con moreno de Miami, o un aldeano al que le quemaran los duros ganados en las apuestas. Los señoritos bilbaínos o donostiarras iban en tropel a la ciudad armera a ver a Txikito de Azkoitia, Urzelai o los Atanos, y ya de paso se pegaban una cuchipanda y compraban una escopeta damasquinada.

chalcha_2

El Chalcha de hoy, con Joseba Bergara a la cabeza desde 2012, mantiene vivo el espíritu de un restorán histórico y se alía con la esencia pelotari conservando las raíces culinarias de nuestra tierra. Su cocina conjuga producto local y de extraordinaria calidad con preparaciones respetuosas que respiran tradición y personalidad por los cuatro costados. Un estilo que cuaja perfectamente con el ambiente que se respira nada más entrar al pequeño tasco que antecede a la sala principal. Vidrieras y paneles de madera en las paredes avisan de que éste es un lugar especial, antiguo. No vayan ustedes allí a pedir mondongadas modernas con fuegos de artificio mojados: el Chalcha es una institución a la que acudir a honrar la tradición y venerar el buen saque.

chalcha_3

Como si estuviera en el frontón vecino, Joseba es capaz de sacar de derecha, del revés y con rebote. Por algo lleva a la espalda una mochila llena de experiencia entre los grandes como Boroa, Zuberoa, Gaig o Berasategui En su casa predica una cocina llena de recursos propios y originalidad que se acerca o aleja del clasicismo según le convenga a cada plato, pero siempre sin perderlo de vista. Es éste un ejercicio, el de no traicionar la vieja usanza, harto difícil en unos tiempos en los que salpicar de salsa un trozo de pizarra parece ser la norma. Sólo hay que llevarse a la boca una croqueta de jamón de las que sirven en Chalcha para sacudirse la estupidez de encima. El menú hace el saque inicial con clásicos como el pulpo a la gallega hecho a la brasa, la sopa de pescado con mucho pan sopako hecha con el mejor pescado fresco de Ondarroa o las anchoas en aceite de oliva del mismo lugar, homenaje del chef a su pueblo natal. Continúa el partido con una ensalada de bacalao con piperrada y pil pil, unas alcachofas de temporada con jamón, arroz con jugosas almejas en salsa verde o un pecaminoso risotto de hongos coronado por un generoso trozo de foie gras a la plancha. La mejor jugada está en el apartado de pescados, en el que se marcan tantos ya sea a la brasa, en salsa o rebozados. Especialmente recomendables son el bacalao braseado, el rape y el cogote de merluza. Las carnes no van a la zaga y las pelotas siguen botando mientras probamos los callos y morros en salsa vizcaína o el solomillo y la chuleta provistas por Luismi, otro campeón de categoría.

El juego acaba a lo grande y con ganas de dar una txapela al guisandero: el helado de queso con salsa de frutos rojos es néctar, vicio y ambrosía, y el pastel vasco con helado de vainilla merece ser pedido con antelación aunque fuese sólo para ir saboreándolo mentalmente. Cuando aparece en el plato subimos el marcador a 22 puntos y nos sentimos como un Urrutikoetxea o Irujo levantando la copa de la final manomanista.

Escojan ustedes a ciegas de la carta u opten por alguno de los menús que ofrecen, bien apañados de precio y con un resumen de las mejores jugadas del Chalcha. Serán así partícipes de un pedazo de historia viva en un local de rancio abolengo y próspero futuro. ¡Viva Fernando Garate y Patxi Sanmiguel!, ¡gora Eibar, redios!

Restaurante Chalcha
C/ Isasi, 7
20.600 Eibar
Teléfono: 943 201 126
Web: www.restaurantechalcha.com
Email: info@restaurantechalcha.com
Cierre: Domingo noche, lunes, Semana Santa y 21 días en agosto

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Rococó
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / En familia / Negocios
PRECIO 45 €

1 comentario en “Chalcha

  1. Gorka.

    Cierto es que el chalcha ha conocido tiempos mejores, pero no es menos cierto que para cuando se produjo el traspaso, el restaurante iba cuesta abajo y sin frenos. El nuevo cocinero, aún siendo joven, curtido en los mejores fogones, arriesgó y apostó por el chalcha como cuna de su cocina. Acertará y se equivocará, pero nadie duda de su capacidad como cocinero, su pasión por la cocina, y, su entrega y dedicación. Imprescindible un restaurante así en Eibar. Suerte!

Los comentarios están cerrados.