Punto Mx

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¡Pinche güey!

Roberto Ruíz y sus compadres rompen la pana en el cogollito de Madrid.

Punto-Mx_3Tres años lleva abierto este restorán madrileño del barrio de Salamanca y este tiempo les ha bastado a Roberto Ruíz y su equipo para comerse la tostada, ñam, ñam, de lado a lado, ¡menuda panda de cocodrilos! En 2015 Punto MX consiguió la ansiada estrella Michelin, pero ya antes se había convertido en uno de los mexicanos de referencia en España, llenando día y noche, con más cola que la churrería “La Mañueta” en pleno Sanfermines, pues toda la gente guapa del foro ha caído rendida a los encantos de un local  que huye del “tex-mex” como de la peste y que brilla por la autenticidad y bravura de su cocina, en una versión inteligentemente modernizada y adaptada al gusto europeo.

Lo cierto es que es lugar al que siempre apetece ir porque es informal, te reciben con tremendas ganas e ilusión, en el bar te ponen unos cócteles estratosféricos, los cuates cocinan con un garrote de alucine y además, si quieres, todo pica como el demonio, asunto, que como bien sabrán, nos “sulibeya” hasta el garganchón. Por si todo esto fuera poco, te puedes dar el gustazo de comer con las manos y gozar como un verraco pseudo ilustrado, que es al fin de cuentas el perfil de la mayor parte de la gente que puebla su bello comedor, ¡me apuesto un pie con su meñique!

Vayan con tiempo y hagan hambre en su Mezcal Lab, un bar bien vistoso con sillas bajas en plan caseta sevillo-mejicana que se traduce en el lugar perfecto  para ir pimplándose un mezcal o una peligrosa mezcalinha, fresca y poco alcoholizada, mientras uno aguarda mesa. La mezcalinha, ese trago parido por el mismísimo Lucifer a base de mezcal blanco, sirope de agave, lima y jengibre, junto con atómicos cócteles que también tienen a este destilado como protagonista, el Coloradito, con flor de Jamaica, el Mezcal Sunrise, con fruta de la pasión y Jamaica o el Mezcal Chamuco, con mango y fruta de la pasión, son algunos de los bebercios top de este delicioso rincón donde uno también podrá tapear algunos de los platos que brillan en la carta del restorán, si se tercia.

Punto-Mx_4La cocina de Roberto es chilanga hasta las cachas, propia de los “Rayos-tapatío”, valiente, esencial, pero a la vez sofisticada, como un patadón certero en plena clavícula en una noche de dura pelea en el ring. Así que déjense de pijotadas, memeces y prepárense para gozar a calzón quitado, el show lo merece.

Cualquier comida sentado a su mesa deberá empezar por el Guacamole de la casa, el menos es más de los guacamoles, sin gilipolleces, exquisito en su sencillez, con el único aditamento de la cebolla, el cilantro, los chiles serranos y el limón, currado en mesa por Martín, el mezcalero residente del lugar que se deja el brazo dándole fino al molcajete –mortero de piedra de río o volcánica-.

A lo largo de la comida verán que les van sacando distintas salsas frescas, que ordenan en base a su grado de picante,  otro de los puntazos del garito. Las sirven en cuenquitos, con unos totopos caseros de maíz nada más llegar mientras uno se debate entre la margarita “power” o una buena tacada de cervezas, que son más llevaderas y apagan igual de bien las teas en llamas que les irán surgiendo en la boca, ¡avisados están! Un consejo, arriesguen, tírense a la piscina y no  miren para atrás, ándale, avanzando que es gerundio.

Punto-Mx_2Los tacos, las enchiladas o quesadillas salen reventonas a más no poder a sala, no en vano la mujer del chef confecciona en cada servicio su propia masa de nixtamal, estirando y cociendo cientos de tortillas diarias en una pequeña plancha de gas situada en pleno centro de la sala, a escasos metros de la cocina, con una habilidad y destreza que ni Houdini. En la última quesadilla que nos zampamos sustituyeron la tortilla por una hoja de acuyo y la rellenaron con maravilloso queso gallego de Arzúa y salsa de miltomate. Tanto monta, monta tanto.

No dejen de probar tampoco los panuchos de cochinita pibil, una especie de rillete pero a la mejicana, una tortilla rellena de uno de los guisos más camperos del mundo mundial, con su cebollita morada y su chile habanero, ¡qué ricura, por dios!

Tremenda y brava la enchilada de carnitas de pato con salsa de pipián verde al igual que el taco al pastor de secreto ibérico, todo un golazo en plena escuadra, y el taco de wagyu, ahumado con chiles tatemados y un tzatziki de chile habanero que pica que se las pela.

Uno de los platos que más éxito han cosechado en los últimos años es el del tuétano a la brasa, un pedazo de hueso de vaca partido en dos y asado, con sus salsas picosas, cuyo interior está más que listo para liarlo en jugosas tortillas, con bien de sal gorda y lima, en el bocado más carnívora, prehistórico y alucinante que jamás hayan probado.

Si como remate quieren endulzar el morrete, no se corten, siempre tienen algún postre que merece la pena, como el café de olla, que es golosina de café y chocolate de rechupete. Acudir a Punto Mx es comerse una parte de México a cachitos, y eso, amigos, es auténtica crema de Ipanema. ¡Viva Zapata!

Punto Mx
General Pardiñas, 40 B (esquina Ayala)
Madrid
Teléfono: 91 402 22 26
www.puntomx.es

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Modernito
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / Negocios
PRECIO 80 €

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