Les Prés d’Eugénie

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Chez Michel Guérard.

Uno de los comedores más hermosos que parió la mano humana.

les pres deugenie_8Aunque parezca mentira, ya es navidad; allá por el mes de mayo ya habían casi terminado los sanfermines, y para cuando ustedes lean estas líneas, para el que esto escribe florecerá la primavera. Tempus fugit, o lo que es igual, esto va a toda mecha y cuando menos te lo esperas, ya tienes tu esquela adjudicada, con su preciosa fotografía tipo “carné”. Por eso, el mejor momento de disfrute de Eugénie-les-Bains, sin asomo de duda, son los días previos a la expedición, aún en casa, soñando con el verdor de sus jardines, la lectura bajo los tilos, el despatarre en la piscina, el remojo en su palaciega “granja termal”, el aperitivo, las copas en el salón colonial y las cenas en su imponente restorán, que dirige desde hace ya tantos años el incombustible Michel Guérard junto a su inseparable Christine. Y así es, ni más ni menos. Los días anteriores a la partida son pura ensoñación de lo que vendrá; los días allá instalados vuelan a ritmo infernal; y pasadas las semanas, acá estamos, aporreando el teclado del ordenador, como esa espuma tibia de la cerveza, que recién tirada es golfa y refrescante y muere en el segundo o tercer sorbo. Buscando las palabras un año más e intentando en vano recrear el milagro de una casa con solera.

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les pres deugenie_5Muchas veces les contamos que papá Guérard es uno de los cocineros más influyentes del siglo veinte y que su forma de interpretar la vida, la cocina y la mesa ha sido fuente de inspiración para muchos chefs que ejercemos apostolado por todo el mundo. Él es La Cocina con mayúsculas y representa una forma de guisar que en su estado de máxima expresión se muestra desnuda, simple, aligerada, reinterpretada, sabrosa, festiva, embriagadora y aliñada sin complejos con multitud de precisas notas exóticas.

Y allí sigue, con ojos brillantes y la ilusión de un niño, danzando de un comedor a otro, saludando a los clientes y preocupado porque todos y cada uno de los rincones de su jardín esté bien dispuesto para el disfrute de los que pasean por sus avenidas de azaleas, rosales y magnolias en flor. El restorán es un teatro donde se debe convencer a un espectador curioso y exigente, pero el cocinero debe unir materia y memoria, huyendo del atropello y persiguiendo la excelencia de la simplicidad.

les pres deugenie_6les pres deugenie_9Cuando desciendes en automóvil la dulce pendiente que conduce a uno de los pueblos más pequeños y “gourmands” del mundo mundial, a uno casi le invade el desasosiego de que aquello terminará en pocas horas, y así es, como les adelanté al comienzo. A pesar de todo, intenten dormir allá un par de días con sus noches, para celebrar la vida desde el mismo desayuno: yogur de verbena limonera, pan tostado, mantequilla, mermelada, miel, croissant, magdalenas de chocolate, café, leche, zumo de pomelo y flores frescas. Luego toca chapuzón, paseo, contemplación, bicicleta o calzarse unas playeras y perderse por los bosques del entorno para hacer hueco en el estómago. Si a media mañana les ruge el estómago pueden acercarse al recién estrenado albergue de la “Mère Poule & Cie” y matar el gusanillo. Aunque parezca que allá hizo la primera comunión d’Artagnan, el más chuleta de los mosqueteros, sepan que Christine Guérard es capaz de recrear ambientes refinados en menos de lo que canta un gallo, así que tras el paseo de rigor por las instalaciones para flipar en cinemascope, sepan que aquello sirve para “matar” el hambre y poco más, la carta es breve y podrán aliviarse con paté guarro, alguna ensaladilla y un triángulo de tarta de chocolate para perder el sentido. Tengan paciencia en la espera. Y arranquen por lo segao como alma cargada por el diablo para hacer hambre para la cena. Si van un par de días, hagan esperar al restorán gastronómico y pasen antes por la “Ferme aux Grives”, que es un albergue en el que podrán comer primer plato, segundo y postre y quedarse más anchos que el bueno de Sancho, que soñaba con quesos gruesos como melones; la ensalada de cabeza de ternera, el gazpacho fresco, la tarta de tomates con albahaca, los asados, la charlota de fresas con vainilla o el hojaldre de albaricoques, bien valen una misa.

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les pres deugenie_7Y vuelta a empezar ante el nuevo día, empújense un desayuno y se hace camino al andar, ya saben, para llegar con apetito voraz, esta vez sí, al gran salón, el de “Les Prés d’Eugénie”, que es uno de los comedores más hermosos que parió la mano humana. Pueden tirar de hemeroteca y leer los poemas endecasílabos que he escrito a propósito y todos los años, tratando de describir lo que allá uno ve y siente, acomodado en sus butacones. Para no aburrir, les diré que el viejo Guérard está más zorro y astuto que nunca jamás y sigue aporreando su les pres deugenie_2guitarra como los viejos roqueros, tocando con verdadero ingenio sus temazos de siempre: el foie gras en terrina, escoltado de mil y una golosinas, el ravioli relleno de setas con jugo espumoso, la tostada fina de cangrejos y manos de cerdo, el huevo relleno de crema moscovita de hierbas y caviar, la pechuga de pato asada empapada en un jugo de cítricos, el pollo relleno y asado en la chimenea, el carro de quesos, el helado de verbena, ¡cómanse una bola bien gorda, una para cada uno y sin compartir con nadie cucharada alguna!, y los postres de rigor, el pastel de la marquesa de bechamel, o el milhojas de la emperatriz o el postre de frutos rojos “Miss Dior” o lo que les venga en gana.

Que Michel Guérard, la hermosa Christine y sus hijas tengan salud, cumplan muchos años, vayamos a verles y sigamos contándoselo a ustedes. Por los siglos de los siglos, amen. Podéis ir en paz. Demos gracias al señor.

Les Prés d’Eugénie-Michel Guérard
Eugénie-les-Bains
Landas-Francia
Tel.: 00 33 558 05 06 07
www.michelguerard.com

COCINA Nivelón
AMBIENTE Campestre-Lujo
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / En familia
PRECIO 300 €

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