Restaurante Bidebieta

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O de un restaurante que da de comer al hambriento y de beber al sediento.

Uno va un buen día en su automóvil, llega a una encrucijada de caminos, se detiene en un tasco que le inspira confianza y en un periquete se reconcilia con el mundo, ¡estamos de suerte, amigos, alabado sea el señor!

restaurante-bidebieta_5Bidebieta tiene una cocina casera de las que se añoran con frenesí y cuenta con una etxekoandre en la sala llamada Maritxu que lleva cuarenta años en la casa y es el mejor ejemplo de un tipo de servicio en vías de extinción. Maritxu es el prototipo de profesional que se desvive por los clientes y que se mueve por la sala con una raza de alucine, poniendo firmes a todo pichichi con una gracia descomunal. Es eficaz, vizcaína hasta las cachas, orgullosa de su trabajo y conoce al dedillo las alegrías y las penas de todos los que entramos por la puerta, más viva ella que los bandoleros de la sierra rondeña. Primer puntazo, qué gusto da olvidarse de tanto pedorro prepotente resabiado que te toma la comanda cuando te sientas en una mesa.

El siguiente gancho proviene del propio local. Hasta hace bien poco la carretera discurría frente a la misma puerta y muchos autos de madrugada se estrellaban contra el mismo muro del bar, ¡de no creer! Por si fuera poco, este lugar ha sido “El Corte Inglés” de la zona durante muchos años: tienda de ultramarinos, colmado y tasco, el lugar indicado para hacerse con un par de alpargatas, cordones de zapatos, azúcar, tapones de corcho, tarros para embotar bonito y pastillas de jabón, además de ser centro de reunión para charlar, echar la partida o dar la murga al tabernero. También tuvieron camas y son muchos los viajeros que durmieron en sus habitaciones o las pajeras recién casadas que pasaron su primera noche tórrida de calentura bajo las sábanas. En definitiva, un espacio más vivido que las canas de Karlos Arguiñano.

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La cosa ha cambiado hoy lo suyo, el parking es amplio y la casa está ahora más desahogada al haberse rodeado de una rotonda y viales más anchos; frente a la fachada discurre la carretera que lleva a Bakio, otra conduce a Munguia y la más ancha a Bermeo, que ha sido siempre una especie de “Las Vegas” de la costa cantábrica. Por eso en Bidebieta todo dios ha celebrado bodas, bautizos, funerales, despedidas, comuniones o reuniones de trabajo.

Lo primero que ha de hacerse al aterrizar es asomar el morro por la puerta de la cocina y alucinar en colorines, pues es un fogón con más tiros pegados que el baúl de Conchita Piquer, en el que una legión de mujeres trabajan una riquísima cocina casera. No faltan las cortadoras de jamón, un horno en el que está a medio hacer un bizcocho, una olla en la que hierven chipirones en su tinta, otra en la que se guisa salsa vizcaína, miren un poco más allá, una mujer rellena una aleta de ternera, en otra mesa descansan gruesos lomos de merluza listos para albardar… un auténtico paraíso que recuerda las viejas cocinas organizadas a la antigua usanza, ¡para mear y no echar gota!

Saluden pues a estas cocineras de fuste y entren ya sin demora en la sala, sencillo y muy austero, en el que perviven todavía las cicatrices de su pasado: argollas en las que los clientes amarraban las mulas que llevaban para acarrear las compras o un viejo almacén en el que hasta hace poco descansaban los guarros, los chorizos de la casa eran reputados y todavía hoy están morrocotudos.

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Agustina Gamboa es la patrona de la casa y sigue merodeando por allá, una señora con una facha increíble, viuda desde hace unos años que sigue recordando con mucha melancolía los momentos pasados en la casa con su marido. Ahora el negocio lo dirige Josu, uno de sus hijos, junto a su mujer Amaia, fieles a la norma que dicta la casa, sencilla y llanamente dar de comer al hambriento y de beber al sediento, eso sí, con mucho desparpajo y enorme alegría.

La sabia Maritxu nos hizo un menú en un periquete, confiar en ella es el pasaporte al goce total: almejas a la marinera con una salsa antigua y sabrosa, un plato combinado deluxe consistente en dos chipirones en su tinta rellenos con mucha salsa y escoltados de merluza rebozada de auténtico infarto, y para rematar, un trozo de cordero asado que es pura mantequilla, el cacho no lo hubiera elegido mejor ni Cicciolina, un costillar estrecho y churruscado con su riñón tostado debajo, ¡el despelote total! De guarnición, en vez de patatas fritas, lechuga con cebolleta y de postre, flan con helado. ¡Ríanse del mundo!

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En la mesa de al lado había un bautizo y el menú era como del siglo XIX: entremeses fríos y calientes, gambas a la plancha, croquetas, jamón, lomo embuchado, espárragos con mahonesa, merluza en salsa y cordero asado… no había más que mirarlos, sentados a la mesa más contentos que un sanluís, con una medio manga maravillosa y sin echar en falta el cansino trazo de reducción de vinagre de Módena por ningún lado, ¡aleluya!

Al salir me obsequiaron con unos facsímiles del libro de anotaciones de la casa, manuscritos con caligrafía preciosa, en los que se llevaba la contabilidad de la tienda y de la tasca con descripciones muy detalladas de todo lo que allá se movía, el ganado que se sacrificaba, los chorizos que se colgaban a secar o las minutas de los banquetes, detallados hasta el último terrón de azúcar: cuenta Agustina que en las comilonas de los más pudientes, fueran bodas o entierros, solían sentarse hasta doce sacerdotes a la mesa siendo los que más y mejor comían, entremeses, langosta, merluza, cordero asado y chuleta, mientras el resto de convidados se conformaba con guisado de carne en plato hondo. Así se ha escrito la historia. Amén.

Bidebieta Jatetxea
Bº Emerando, 12
Meñaka – Larrauri 48.120 Bizkaia
www.bidebietajatetxea.es
Tel.: 94 6740661 – 94 6156347

COCINA Todos los públicos.
AMBIENTE Tasca
¿CON QUIÉN? Con amigos/ En Familia/ Negocios
PRECIO 35 € Menú diario: 11,50 €

5 comentarios en “Restaurante Bidebieta

  1. jaccis

    David Hola.
    A ver cuando dedicas por lo menos 1 vez a la semana o al mes , que el invitado sea de uno de estas Tascas o Restaurantes desconocidos y tienen esos guisos de los de verdad , con esos sabores que a veces cuando pides un plato pensando en el sabor , resulta que no lo encuentras , de estos cocineros sin estrellas Michelin , que comes un dia de viaje al pasar y al cabo de 10 años en una reunion con amigos , dices pues yo pase un dia ………y pedi unas almejas y era un manjar de Dioses si alguna vez pasais por alli os recomiendo que pareis, creo que seria una buena idea que lo sopesases para tu programa .
    Un saludo David .
    Jaccis

  2. ale

    sitio de referencia para la gente de la zona. por su cocina espectacular y el trato cordial

  3. Iskander

    Apuntados todos estos Restaurantes para visitarlos y degustar una comida sencilla pero riquisima.
    En estos tiempos que corren merece la pena salir a dar un paseo e ir a estos sitios sin que te sableen.
    Tambien los caros merecen la pena,pero a los que no vamos muy sobrados de money te lo piensas muchisimo antes de dar el paso.

  4. El Lute

    David, ya te dije alguna vez en etapas anteriores, joer a ver cuando llevas al programa a un cocinero de los arrantxales (jopé no se si lo he escrito bien), bueno un cocinillas de barco de esos que dan de comer a montón de gente en condiciones de arriba y abajo con el barco.y señores esto es lo que hay de comer….

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