Akelare

O de un lugar mágico que huele a fuego y a horizonte limpio.

Pedro Subijana es un cosaco del Kazán, más cocinero que nunca.

Hay tipos que ven la señal del Diablo en cualquier cosa, a todas horas, por todos lados… una mirada especial, un libro, un objeto fuera de su lugar habitual, la boca de todas las mujeres que se cruzan por la calle, incluso algunos lo sienten hasta en los vinilos de ACDC, que sonando del revés, sueltan consignas satánicas aterradoras.

He de confesarles, aquí y ahora, que la verdadera señal del Diablo aparece nítidamente en el uso que de los cubiertos hacen muchos comensales, no tienen más que levantar la vista del plato y fijarse, particularmente, en el empleo de la cucharada y del tenedor, para comprobar que Belcebú Fútbol Club tiene muchos socios. Resumiendo, que es gerundio. Si alguien atrapa un pedazo de comida deliciosa con los cubiertos, se lo lleva a la boca y extrae el alimento sin apenas tocar el utensilio con los labios, si no lame tenedor o cuchara como haría un glotón, tratando la herramienta como una prótesis necesaria para no mancharse los deditos, ¡entonces!, tendrán la señal inequívoca de que a ese individuo no le agrada comer un carajo, fíjense y verán.

Por contra, en Akelare es imposible no caer rendidos a tal perdición y todo pichichi chupa y chupa lo que le acercan a la mesa. Es restorán fetiche, un lugar mágico que huele a fuego y a horizonte limpio, y de tal forma, todos los que terminan sentados en sus mesas, corresponden el esfuerzo de Pedro Subijana, dejando inmaculado el acero de tenedores, cuchillos y cucharas.

Sigue siendo uno de los mejores restoranes, construido exclusivamente para cocinar y dar de comer, pues antes de que aquella atalaya estuviera allá arriba anclada, poco había, ni borda, ni casa de postas, ni faro, tan solo rocas, mucho ha llovido hasta las tres estrellas Michelín que hoy campean sobre la fachada. Pedro Subijana es un cosaco del Kazán, más senador que nunca, cocinero con genio de una carta repleta de ironía y sentido del humor, amiga del fuego y de los contrastes del que considera el mundo su mercado, teniendo el coraje de seguir escribiendo la historia de nuestra gastronomía más reciente. Y la guisa con dignidad, sin perder el juicio, con cintura y sin complejos, como los senadores, recreándose en su esencia y afinando el carácter sabio de todas y cada una de sus propuestas, que trazan rutas por todos los continentes, reconociéndose en un recetario fundamental, que es el de la casa.

Comer allá sigue siendo un gozo divertido y sabroso; llevan tiempo abriendo boca con sus amenities, perfumería comestible que adquiere variadas formas, gel de tomate y albahaca con esponja de cebolla, crema de Idiazabal servida en tarro Nivea, sales de baño mariscadas y un oral cocktail que se asemeja al oraldine, pero es un delicioso Kir Royal; a continuación viene una ostra que se come con cáscara, como en los cuentos de Roald Dahl y, luego, el mejor plato de chipirones del verano, servidos crudos sobre tomates y piparras, asfixiados bajo un colchón ardiente de sal de Añana que les cambia el color, sazonados con aceite empapado de gusto a chipirón salteado, ¡qué cabronazo!.

Las pochas blancas de Navarra con chorizo, la sopa de pescados y mariscos al estilo donostiarra o el arroz con caracoles y karrakelas están tremendos, cojan cuchara, no levanten cabeza y arrimen bien la piel del labio al acero para evitar que surja el maligno de sus fauces; prueben el rodaballo con su kokotxa imaginada, entréguense en brazos de las tórtolas asadas en su jugo, perfumadas con mole de cacao y derrítanse con los auténticos callos de ternera que Pedro se trajo de los madriles, siendo un chaval.

Un último plato merece toda nuestra atención, el rabo guisado y servido en hebras con yuca, un clásico guiso tradicional vuelto del revés. La flor de melocotón asada y un postre de limón, menta y ron les refrescará las distintas formas que tiene el diablo de manifestarse. Chupen, pues. Con toda el alma.

Akelare
Paseo Padre Orcolaga, 56
San Sebastián – Igueldo
Tél.: 943 311 209
www.akelarre.net
restaurante@akelarre.net

COCINA Nivelón
AMBIENTE Lujo
¿CON QUIÉN? En pareja / En familia / Negocios
PRECIO 150 €

6 comentarios en “Akelare

  1. Eleuterio EL Lute

    Aún me acuerdo de las recetas que aparecían en Tele Madrid de hace 18 años, más o menos, explicadas con maestría, aún hago esa zurrukutuna que me dejó con la boca abierta y que repito todos los años en invierno y gusta tanto, un verdadero maestro, ah y enseñó unos macarrones carbonara que siguen siendo los preferidos de mis hijas…

  2. Merxe

    Eleuterio El Lute: he quedado intrigada con la «zurrukutuna», podrías explicar de qué va?

    Fuí hace mogollón de años, qué recuerdos mon dieu! no pierdo la esperanza de volver.

  3. David de Jorge E. Autor

    la zurrukutuna es una sopa de ajo con bacalao que levanta la boina! pedro es uno de mis maestros y un ejemplo de profesional como la copa de un pino!

  4. Dani

    Hace muuucho que fui y me acuerdo de todos y cada uno de los platos que nos zampamos en tres horas y media de fiesta gastronómica…
    Lo de la cáscara de la ostra es la hostia, pero también setas en el bosque, el chipirón con tierras de colores, un gintonic que se comía con cuchara. Grandioso…
    Otro de los putos amos del lugar.

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