O de un cocinero que se come los placeres a bocados y los disgustos a patadas.
¿Un placer compartido?
Cocinar con amigos.
¿Un placer de tu niñez?
Chupar la cuchara de madera después de que mi madre hiciese bechamel.
¿Un olor placentero?
El mar, que no lo tengo junto a casa.
¿Un placer egoísta?
No se me ocurre…
¿Un placer para tu oído?
María Callas.
¿Un placer para tus ojos?
El jardin de las delicias.
¿Un placer carnal?
¿Carnal?, unas pechugas de pularda bien asadas…
¿Un placer desconocido?
Tantos…
¿Un placer del gusto?
Cuando lo que se come esta cocinado de verdad, el gusto se rinde.
¿Un placer anacrónico?
Una copa de vino.
¿Un placer que no cueste dinero?
Amanecer
¿Un placer del que avergonzarte?
¡A ti te lo voy a contar!
¿Un placer fuera de tu alcance?
Cualquiera que implique solo dinero.
¿Un placer irrenunciable?
Unas pintas con mis amigos mientras vemos un buen partido de Rugby.
¿Un placer sobreestimado?
Las angulas, o el placer que se supone que traen consigo.
¿Un placer golfo y confesable?
Quedarme hasta las mil tomando copas en el restaurante de un buen amigo, mientras ponemos arreglo a todo este mundo de cocineros, gastrónomos y periodistas que nos rodea.
¿Quién es Alberto Chicote?
Un tio que lleva mas años cocinando que haciendo cualquier otra cosa. Que se precia de disfrutar de la amistad de todo el mundo que le rodea y que piensa seguir dando guerra mucho tiempo.
Un tipo que disfruta igual de una copa del mejor Champagne que de una pinta de cerveza bien fresca, de una trufa igual que de una morcilla siempre que haya alguien detrás que ofrezca su cariño y su saber hacer.
Un tipo, al fin y al cabo, que se come los placeres a bocados y los disgustos a patadas.
Crédito fotográfico by Kel Gallego
Olé!