Crónicas de Aldabe (6)

por

aldabe61

O de que aquí llega una nueva edición de otra célebre jamada pantagruélica.

Sí, es verdad, no me linchen. Desde el diecisiete de abril de este año no he publicado una “crónica de Aldabe”, pero aquí estoy de nuevo para remendarlo con la sexta entrega. Han sido tantas las voces que han suplicado mi regreso, desde el director de este blog de las pelotas hasta el grupúsculo de fans que han venido siguiendo mis crónicas frescas, pura exaltación irunesa de la gula y el jovial disparate.

Sí, han sido muchos y muchas las que han pedido que continúe glosando estas comidas sin sentido, escapadas en el tiempo y en el espacio a pabellones deportivos, tiendas de ultramarinos o supermercados de barrio. Y es que pasar sin pena y mucha gloria la tarde noche del sábado tiene su intríngulis, no se crean. Genio y figura.

¡Ya estamos aquí, amiguitos!

Pues eso. Sexta cronica.

Heme aquí de nuevo, pues como ya les he dicho en el encabezamiento, son muchas las reprimendas que me han ido dando por la calle y en mi amada sociedad irunesa.

Comensales. Jesús, Ricardo, Javi “Maguila”, Iker y yo.

Prolegómenos. Empezó la jornada antes de lo normal, estábamos danzando ya por el hemisferio norte a la hora de la habitual siesta, a las 16:30 iba ya camino de Irún en busca de Jesús, Ricardo y Javi «Maguila» para ir hasta la república de Eibar a ver jugar a balonmano al J. D. Arrate contra el C. B. Ciudad Real, haciéndose éstos últimos con el partido con un resultado de 24 a 37.

¡Válgame dios y manda huevos que tengamos que conducir casi hasta Bizkaia para ver un partido decente de balonmano, con lo que ha sido nuestro C. D. Bidasoa!  Tiempo al tiempo, resurgirá el espíritu del frontón Uranzu.

Antes de emprender el viaje nos tomamos unos “colococos” y fuimos al supermercado a comprar algunas golosinas, unas pocas kokotxas de merluza, unos grandísimos tomates de Hondarribia y hongos recolectados esa misma mañana por los montes colindantes.

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Arribamos en la sociedad a las 22:15 directamente llegados desde Eibar, la ciudad del buen humor y la máquina herramienta, y enseguida empezaron las labores de preparación, la cena fue sencilla ya que el tiempo era justico para su condimentación.

De entrantes. La cena empezó a las 23:00 con unos hongos rehogados con cebolleta, ajo y crema, seguidos de una ensalada de tomate en trozos gruesos, aliñados con ajo, aceite de oliva virgen, un poco de vinagre y sal.

De segundo. Las kokotxas de merluza ligadas al pil pil con unas gulas añadidas con gracia, preferimos la angula viva pero la crisis nos obligó a acompañarlas con unas salchichas fritas con puré de patatas.

Cafés. Pasamos acto seguido al saloncito a tomar café y copazos de ron, ginebra y algún que otro orujo de hierbas mientras arreglamos el mundo y la comarca del Bidasoa con nuestra tertulia y algún que otro cántico aislado.

De postre. Unos pastelitos de Aguirre de los que dimos especial cuenta, cortesía de Javi “Maguila” ya que el próximo miércoles es su cumpleaños. Y que cumpla muchos más, feliz, feliz sea en su día, que Dios le bendiga.

Bebida. Las bebidas con las que regamos todos estos manjares fueron unas botellas de vino tinto Viña Real, sidra y mis kalimotxos.

Salida de la sociedad a las 02:30, directos al bar Chic para tomar unos refrescos y apagar nuestra sed.

Vuelta al ruedo y para casa.

Hora de arribada: dato no disponible.

Seguiremos informando, estén atentos a sus pantallas, la séptima crónica ya está horneándose.

7 comentarios en “Crónicas de Aldabe (6)

  1. David de Jorge E.

    hombre, ya era hora!, qué gran momentazo, el regreso de las crónicas de aldabe! bolo es usté un genio de la vida, bienvenido y quédese para siempre, coiño, que esta es su casa! su querido admirador, a sus pies postrado. salud!

  2. su

    jajaja bolo! eres auténtico! me ha encantado lo de Eibar, la ciudad del buen humor y la máquina herramienta, ¡que bueno! menuda cena más rica.

  3. CR9

    Ya tenía ganas de volver a leerte. la
    pena es que no podamos participar más
    veces en esas interesantes cenas.
    Prometo estar en alguna no muy lejana,
    pero los deberes como nuevo padre que
    soy me lo impiden.NOs vesmos.

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