Narru

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O de un tipo que empaqueta una «radio-fórmula» gastronómica estupenda.

Un chef que no hace canción protesta, guisa limpio y claro, sin acordes insufribles.

Echando un vistazo rápido a su discreta fachada y a los recogidos espacios interiores, podría uno pensar que pisa un bar de Tokyo, Chicago o Nueva York, hasta que se despierta de la ensoñación cuando le plantan una caña de cerveza que apaga el ardor de las piparras fritas de la barra.

Señoras, señores, Narru está en pleno barrio castizo de Gros, besando el mar Cantábrico, en lugar muy gastronómico a escasos metros de la editorial Lur -que lleva años convirtiendo el papel en recetarios- y de “La Confianza”, esa tienda en el que muchos cocineros descreídos y decentes se proveen de chaquetillas, delantales y pantalones a cuadros para la batalla campal.

Huele a salitre en el ambiente y los últimos bisontes-poteadores de las praderas apuran en manada sus tragos antes de enfilar a casa. Por esta zona convive tan ricamente lo “viejuno” con la “modernité”, da gusto verlos a todos compartir vermut y banderilla por el Andramari, Lagar, Aloña-Berri, Bergara, Hidalgo 56, Chofre, Bodega Donostiarra o Mil Catas, que son baretos de pedigrí grosero.

Iñigo Peña es chef aventajado que transformó el viejo bar Aitzgorri en su flamante Narru, gastó duros que no veas en su cocina mural abierta al comedor y ha conectado con un público que lo pasa teta a pie de barra y abarrota el coqueto comedor para zampar una cocina ajustada en su fondo y en su forma.

Un fondo consistente en desproveerse de complejos y cocinar a calzón quitado sin pretender hacer “canción protesta”, es decir, sin dar la murga con acordes insufribles, nada de discursitos ni apostolado. Iñigo sonríe a los clientes desde el ventanal de la cocina, junto a María y David, su gente, y caes en la cuenta de que son unos cabronazos que disfrutan guisando la jamada que están dando. Nada  más, nada menos.

Y una forma que es la “radio-fórmula” que más coloca y mejor suena hoy en el mundo; la de Martin Picard y el “Pied de Cochon” en Montreal, Rafa Peña del “Gresca” o Jordi Vilá del “Vivanda” de Barcelona, Yves Cambdeborde en “Le Comptoir du Relais” parisino, Alex Montiel, Aitor Basabe, Gorka Arzelus, Koldo Miranda y tantos otros tipos desenvueltos con recursos que ajustan cocciones hasta la deshonra, y que al igual que Iñigo, flirtean con técnicas de altos vuelos manipulando productos extraordinarios.

No tienen reparos en cocer una cabeza de ternera para sacarle el jugo y montar una terrina. ¿Demodés? Gentes que sudan la chaqueta y no tienen tiempo de fotografiarse oliendo el rabo a los helechos, partiéndose la caja de los místicos. Cocinan. Y punto.

La carta del Narru es deliberadamente corta, para que no se desboque el asunto. Déjense aconsejar por el chef e indiquen si tienen tiempo para largo festival o al contrario, deben poner pronto los pies en polvorosa. Apunten, ahí va el menú ideal: arranquen con alas de pollo deshuesadas y torradas con patatas, huevos y all-i-olli; sigan con el arroz socarrado de crustáceos con gamba de Palamós que rompe la pana y se aliña de olivas amargas arbequinas; aflojen el cinturón con un begi-haundi a la plancha con dulce de tomate o la mendreska de bonito a la parrilla y aparquen un rato el “biomanan” con un pellizco de cerdo bien churruscado, asado en su jugo.

No se priven del dulce, bordan la crema de queso atiborrada de migas crujientes de mantequilla, muy adelgazante, y su tarta fina de manzana con helado de leche es merecedora de grandes elogios, no en vano el chaval curró con Josemari Arbelaitz, de casta le viene al galgo.

El lugar está petado y conviene reservar, así que pregunten por Javier o Gure Arana cuando llamen, administran barra y sala.

Narru

Miguel Imaz 10 (esquina Usandizaga)

Donostia

Tél.: 943 298 368

www.narru.es

narru@narru.es

COCINA Todos los públicos

AMBIENTE Modernito

¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja

PRECIO 50 €

Publicado el 25/09/2009 en el suplemento GPS de El Correo y el 26/09/2009 en el Diario Vasco

Crédito fotográfico by MunduJr

1 comentario en “Narru

  1. Urko

    Muy buenas:

    Desde luego que el Narru es una maravilla de sitio. Creo he cenado tres veces allí y siempre las sensaciones han ido a mejor. La última vez que fui me pareció espectacular un plato de verduras tiernas con jugo de jamon. Lo que no me termina de convencer es la barra del bar, puede que sea una cosa mía pero es un sitio en el que no me encuentro del todo agusto, no se si es por la barra que no deja mucho sitio, los taburetes…
    Estoy deseando volver a ir a cenar.

    P.D.: David tenías razon con lo de la colonia por los pies jajaja que gustazo. El inconveniente es que te tienes que ver solo en el vestuario.

    Saludos;

    Urko

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